Y el mundo no se acabó

Tanta expectación, tantos planes de última hora para aprovechar nuestros últimos segundos de vida... para nada. Yo a duras penas he pegado ojo pensando en qué soñar para disfrutar hasta mi última pesadilla. Pero ni por esas. Una vez más, hemos sobrevivido al fin del mundo. Al más puro estilo Kal-El, pero sin cápsulas kriptonianas de por medio, lo que hace más meritoria nuestra hazaña, faltaría más.

¿Cómo? ¿Qué no sabes de que te hablo? ¿Acaso no te habías enterado de que hoy se iba a acabar el mundo? ¡Ay, irresponsable! ¿Qué hubiera sido de ti si no hubiesen fallado los agoreros? ¿Ibas a despedirte del circo en pijama y sosteniendo una húmeda galleta entre los dedos? ¡Qué desfachatez!



Os recuerdo lo esencial: A las 7.30 a.m. de hoy, en Ginebra, se ponía en marcha uno de los proyectos científicos más ambiciososo de los últimos años, el HLC, más conocido en sociedad como el Gran Colisionador de Hadrones.

El juguetito del CERN, con el que los científicos pretenden, entre otras muchas cosas, dilucidar que ocurrió tras los primeros instantes del Big Bang generando materia oscura para su posterior análisis, había causado todo tipo de controversia. Todo tipo de pintorescas iniciativas para hacernos conscientes de nuestro inmediato exterminio fueron llevadas a cabo: el caso, fue incluso llevado a los tribunales de Hawaii por dos 'científicos' americanos que temían por el futuro de la humanidad.

Sin embargo, entre tanto ruido, nada ha sucedido.
Aunque, seguramente, a alguno se le ocurrió, en medio de la brutal granizada que anoche cayó en Madrid, que el CERN había adelantado el experimento.