
Ayer, sin que sirviera de precedente, convencido por las malas artes de la noche, nos acercamos a Populart a escuchar a un quinteto de Jazz cubano que decían que merecía la pena. Y la mereció; lo que no sabíamos es que nos íbamos a encontrar con tanto cateto disfrazado de snob. Y es que, en un país donde el respeto brilla por su ausencia y la (mal)educación reina, las excepciones no se contemplan.
Ocurrió que, en medio de un par de exhibiciones de los dos saxofonistas, un puñado de idiotas, y es que no pueden tener otro nombre, decidieron que sus avatares diarios eran mucho más importantes que el talento de los artistas y que la atención del gentío. Puedo entender, que en medio de las fascinantes vidas de este tipo de gente, llegue un momento en el que no sepan donde están, y se lo tengan que recordar. Pero lo que no concibo es que cuando alguien tiene la delicadeza de recordárselo - que podría partirle la cara y ahorrarse los trámites - se pueda tener la jeta de ofenderse bajo el triste y sucio escudo de los otros 15 idiotas que siguen jodiendo la marrana. Alguien le tendría que explicar a este y a otros tantos, que, si bien queda muy cool y muy in decir que te mueves por determinado tipo de locales, a lo mejor queda tan bien porque la gente como tú se abstiene de aparecer.
En resumen: chico, eres idiota. Y es que ya lo digo yo siempre: Donde la educación falta, nunca sobran un par de hostias.
2 comentarios:
Apoyo la moción
No esperaba menos :P
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