jueves, 4 de febrero de 2010

LOST: Sólo queda la magia

Literalmente.

Y en esta literalidad se han perdido las esperanzas de todos los seguidores para ver un final digno de una serie llamada a hacer historia, pero que, en mi opinión ha transformado toda la tensión de una conspiración, de la trama de una corporación pseudo-científica con oscuros propósitos, de sucesos extraños pero enmarcados en un halo de pretecnlogía, en una consecución de por-que-yo-lo-valgo más propia de Harry Potter que de la iniciativa Dharma.

Lo normal es que aquellos que llevan tiempo aguantando el tirón tras cinco temporadas de ritmo desigual, estén sumidos en el desencanto. Me encuentro entre ellos.

Cuanta gente ha caído desde entonces

Si hacemos un análisis retrospectivo, podemos afirmar, en líneas generales, que las primeras cuatro temporadas fueron más que decentes. Habrá incluso quien las eleve a magistrales. La realidad es que el tono general de la serie era bueno, con una legión de seguidores muy fiel, entusiasta y creativa. Ni siquiera una tercera temporada más floja, bajó el listón, que fue salvada por un final apoteósico. Una revolución. Y es que todavía recuerdo el terremoto que supuso en la comunidad el FlashForward (era la primera vez que oía esa palabra :) ) del último capítulo. Sencillamente genial.

Eran los días dorados de LOST, y esas eran las cosas que la hacían diferente. Un ritmo de narración excelente con giros gracias a los saltos temporales - repito, EN LA NARRACIÓN-, una posible explicación dentro de lo surreal que podía satisfacer a las mentes más retorcidas y un misterio latente que rodeaba a todos los personajes y todos los lugares posibles.

Pero todo eso ha desparecido. Tras 2 horas de visualización en la tarde de ayer (el capítulo introductorio y los dos primeros capítulos), no puedo más que estar decepcionado. Yo empecé con LOST por insistencia popular en 2006 (parece ayer, pero en aquella época sólo los geeks veíamos cosas con subtítulos... parece que en realidad no somos idiotas sino seres avanzados), y la verdad es que aluciné mucho. Tuve que esperar semana a semana el final de la tercera temporada, esperé con ansia la cuarta y la disfruté minuto a minuto. Pero ya el año pasado todo olía a rancio. Y el comienzo de la última temporada no ha cambiado nada. Ya advirtieron los creadores que dejarían cosas sin explicar... y sin embargo creo que lo que querían decir es que, a pesar de que en los comienzos de la serie aseguraron que todo tendría una mínima base científica, la realidad es que ya nada se podría explicar con ella. Y entonces sólo nos queda eso: magia, magia y más magia.

Decepcionante.

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