domingo, 24 de agosto de 2008

La final más esperada

Por fin llegó la final que los aficionados al baloncesto, llevamos tanto tiempo esperando.

Se repite el escenario de la mítica plata olímpica en Los Ángeles, allá por el año 1984, Aquí está. En tan sólo 8 horas vamos a ver a nuestra selección, la mejor selección española de todos los tiempos, un equipo Campeón del Mundo y sub-Campeón de Europa (nuestra espinita) enfrentarse al mejor equipo americano desde el Dream Team de Barcelona '92, al mejor representante del circo de Tío Sam (con permiso de Stern), al combinado NBA por excelencia.

Lástima que se haya dado en las circunstancias que hoy nos ocupan. Porque, seamos honestos: si siempre es complicado batir a un equipo de esta categoría, en unas horas va a ser cosa de épica.

Podemos decir que España no llega al esperado partido en las mejores condiciones. Dejando de lado las ganas de Vendetta que traen estos Bad Boys tras los últimos fracasos del equipo estadounidense - y el sonoro sobrenombre que la prensa ha dado al equipo americano (The Redeem Team, El equipo de la Redención en cristiano), nos puede dar una idea -, no estamos bien.

El equipo estadounidense, con ese sobrenombre más propio de un emisario de La Parca que de un equipo de baloncesto, está pensado para recuperar el prestigio perdido a costa de las crecientes y florecientes potencias europeas, y seguramente esté preparado para ello por encima de nuestras miserias. Pero nos gustaría haber llegado al final del camino con nuestros talentos en mejor momento. Y es que, tras un convulso cambio en el timón de la selección tras el desgaste de las relaciones entre Pepu y Sáez, hay jugadores que no han tenido tiempo para adaptarse a las peculiaridades de Aíto , sus sistemas y sus rotaciones.


El principal damnificado ha sido Juan Carlos Navarro, uno de nuestros puntales, que está en DEFCON 2, en estado de emergencia desde que esto empezó. Y además, las cosas han ido a peor. Ni un solo punto anotó en Cuartos, ni un solo punto en Semifinales.

Por si eso no fuese grave, teniendo en cuenta la importancia de "La Bomba" en el equipo, debemos añadir que otro de los grandes pilares sobre los que se asentó el éxito en el Mundobasket de Japón 2006, Jorge Garbajosa, tampoco está para muchos trotes. Tras dos años más tiempo parado que jugando, llega a la final con sensaciones encontradas. Va a mejor, pero despacio. Y se acaba el tiempo.

El tercero en discordia es Pau Gasol -no por orden de importancia, desde luego-. El jugador de Los Ángeles Lakers llega con síntomas de agotamiento propios de una temporada extenuante. Las intensas defensas a las que es sometido no le impiden ser el máximo anotador del campeonato, pero están agotando al jugador hasta límites preocupantes, y Marc no ha resultado ser el pívot dominante que consiguió el MVP de la ACB.

Por si fuera poco, José Manuel Calderón, excelso director de la generación del 80, de Los Junior de Oro, los chicos de Charly Saiz de Aja, no estará en la final. Una lesión le ha quitado de en medio. No estuvo tampoco en Lisboa '99, donde comenzó la leyenda.
También contra los americanos.
Tampoco éramos favoritos.
Ganamos.
Ahí tenemos nuestro clavo ardiendo.
Así cerraremos el círculo.
Aquí tenemos la épica.

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