jueves, 10 de septiembre de 2009

Botijo y pandereta

Y lo que nos queda. Tengo un amigo que siempre se encarga de recordarme que, pase lo que pase, y haciendo realidad los tópicos más olorosos de la España cañí, este país siempre será de boina, botijo y pandereta. Yo, que siempre he pensado que era un hipérbole mayúscula, una caricatura grotesca de un país cuya estabilidad más allá de 30 años era completamente desconocida, he de reconocer que cuanto más tiempo pasa más me convenzo de que tan lapidaria frase nos viene que ni pintada.

¿Y por qué este desencanto repentino? ¿Por qué este desamor patrio? Dejando de lado las dudosas (en fondo y en forma) soluciones que el Ejecutivo ha puesto en marcha en estos tiempos de oscuridad para la economía hasta ahora, no puedo más que echarme las manos a la cabeza cuando leo, via elpais, que ZP se plantea reducir un 37% la inversión en I+D. La razón, evidentemente, la crisis económica que ha sacudido el mundo, y que -sic- sigue sacudiendo España.

No se ha planteado este Ejecutivo el por qué de los tiempos verbales. ¿Por qué hay países que empiezan a conjugar crisis en pasado y otros lo hacen en presente y en futuro? ¿Por qué existen economías que empiezan a sacar la cabeza del agujero mientras nosotros seguimos hundiéndonos irremisiblemente? No merece la pena reflexionar sobre las razones que hacen que nuestros índices de paro sean insultantemente altos, la escasa competitividad de nuestra economía, las razones de por qué nuestra crisis, según la mayoría de los analistas financieros, va a durar al menos un año más. ¡Para qué! ¿Para qué intentar cambiar el rumbo económico de un país abocado al abismo de la inflación del ladrillo, de la dependecia energética y de la tecnológica, del turismo? ¡Sigamos hipotecando nuestro futuro en los mismos caminos que nos llevaron hasta aquí!

Luego, de cara a determinado sector, se les llenará la boca al hablar de la necesidad de una apuesta fuerte por la modernización de nuestras economías, de nuestra industria, por las fuentes de energía limpias y renovables... ¿a qué precio? ¿tendremos que comprar esta modernidad fuera como la energía nuclear francesa (al parecer es mejor comprar energía nuclear que producirla, no queda muy progre apostar por la única energía rentable y limpia del planeta)?

Algunos, vendrán a contarme que la única solución en tiempos de crisis es apretarse el cinturón. Ya. Pero para medidas populistas siempre hay tiempo y dinero. Medidas que no aportan más solución que publicidad y autobombo a inmediato corto plazo. ¡Qué ignorante debe ser el resto del mundo! Mientras Obama o la propia UE se reafirma en la inversión en las políticas de innovación e investigación, ZP cierra el grifo a un sector cuyo escaparate no es atractivo para los medios. No les culpemos. Bastante tienen con dar cobertura a todo el feedback generado por su telebasura y con seguir haciendo sonar la alarma de la reciente gran mentira de la mass media, la Gripe A.

Y mientras, ante el desolador panorama, Gobierno y oposición están enzarzados en la nueva conspiración imaginada denunciada por estos últimos y la boda de Cospedal, todo aderezado de carnaza para disfrute de la prensa y los medios en un escalofriante baile, como no podía ser de otra manera, al ritmo de panderetas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Apunte rápido (II): De enlaces vive el internauta

Berto, como casi siempre, genial.





Mi último descubrimiento: The Seldon Plan, cortesía de Magnatune:


Recomendable: Una pequeña crítica de lo que estás escuchando, Lost and Found and Lost, su último disco.

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