Hacía tiempo que no me dejaba caer por aquí, supongo que alguno lo habrá notado. Dicen que si no tienes nada importante que decir -valga la redundancia- lo mejor es no decir nada, y yo, un tipo ante todo respetuoso con la tradición, lo he seguido a rajatabla :)
Lo primero son las disculpas pertinentes al par de fieles que no han dejado de visitar el blog esperando encontrar alguna de mis chorradas, disculpas a las que añado infinito agradecimiento por el interés y la fidelidad, que en los días que corren no son precisamente poco.
Lo segundo es advertiros que lo que vais a ver, escuchar y leer -si tenéis tiempo, ganas y sobretodo, interés- no es ni agradable, ni esperanzador. Tampoco es excesivamente pesimista, por mucho que os lo pueda parecer. Simplemente se trata de la realidad a la que nos enfrentaremos: el pago a un crecimiento desorbitado e inasumible por el planeta y sus recursos.
Seguro que todos vosotros habéis oido hablar de la necesidad del desarrollo sostenible, de la importancia de las energías renovables, de la peligrosa dependencia del petróleo de nuestro sistema económico. Estos días, sólo unos pocos después del tardío reconocimiento por parte del gobierno de Zapatero de la existencia de una preocupante crisis - tras un bochornoso circo propio de una clase de guardería -, estaréis al tanto seguramente de la fractura entre las previsiones del gobierno español en el precio del barril de crudo -70 dólares- y la media de lo que llevamos de año -unos 130-.
Estoy convencido de que la mayoría de vosotros asume que esta crisis es circunstancial, cíclica y en mayor o menor medida salvable con unas cuantas medidas económicas por parte, o bien del gobierno español, de la economía globalizada o del tiempo, que todo lo cura y todo lo arregla.
Pues bien, a todos aquellos que están en esa línea de pensamiento, les presento los que algunos llaman crisis energética, otros llaman cénit del petróleo, en este documental de 50 minutos.
Lo primero son las disculpas pertinentes al par de fieles que no han dejado de visitar el blog esperando encontrar alguna de mis chorradas, disculpas a las que añado infinito agradecimiento por el interés y la fidelidad, que en los días que corren no son precisamente poco.
Lo segundo es advertiros que lo que vais a ver, escuchar y leer -si tenéis tiempo, ganas y sobretodo, interés- no es ni agradable, ni esperanzador. Tampoco es excesivamente pesimista, por mucho que os lo pueda parecer. Simplemente se trata de la realidad a la que nos enfrentaremos: el pago a un crecimiento desorbitado e inasumible por el planeta y sus recursos.
Seguro que todos vosotros habéis oido hablar de la necesidad del desarrollo sostenible, de la importancia de las energías renovables, de la peligrosa dependencia del petróleo de nuestro sistema económico. Estos días, sólo unos pocos después del tardío reconocimiento por parte del gobierno de Zapatero de la existencia de una preocupante crisis - tras un bochornoso circo propio de una clase de guardería -, estaréis al tanto seguramente de la fractura entre las previsiones del gobierno español en el precio del barril de crudo -70 dólares- y la media de lo que llevamos de año -unos 130-.
Estoy convencido de que la mayoría de vosotros asume que esta crisis es circunstancial, cíclica y en mayor o menor medida salvable con unas cuantas medidas económicas por parte, o bien del gobierno español, de la economía globalizada o del tiempo, que todo lo cura y todo lo arregla.
Pues bien, a todos aquellos que están en esa línea de pensamiento, les presento los que algunos llaman crisis energética, otros llaman cénit del petróleo, en este documental de 50 minutos.
Petróleo, Humo y Reflejos
Para no avasallaros con multitud de información, baste con esto de momento, para el que haya aguantando el documental completo.
¿Cuanto de verdad tiene todo esto?
¿Cuanto de verdad tiene todo esto?
